Un paciente, comentaba que dos vecinos suyos se habían separado como consecuencia de estar encerrados, lo que complicó la relación a tal punto que la convivencia se hizo intolerable.
Casos como estos hay muchos. En 26 años de práctica clínica, nunca había visto tantas crisis en las relaciones de pareja.
El año 2020 en Italia aumentó un 60% la tasa de separaciones, mientras que en USA de manera opuesta, se mantuvo a la baja, en Chile, pese a que las cifras reflejan un 50% menos de cese de convivencia que el año 2019, esto no es lo que se refleja en las consultas.
¿Qué podemos decir para entender este fenómeno?
¿Quién es el culpable de que una pareja termine una relación de muchos años? ¿Si una pareja funcionaba relativamente bien, por qué la relación se terminó?
El escenario de trabajar fuera de casa, estar con compañeros de trabajo, darse un tiempo para ir al gimnasio, permite a la pareja compartir momentos una vez regresados a la casa, dando mayor autonomía a los dos.
Por el contrario, la rutina, repartirse las tareas entre ambos, sobre todo si hay niños, espacios reducidos, clases en línea, provoca un alto nivel de estrés, porque las empresas esperan buenos resultados de sus trabajadores, independientemente de la situación.
John Calhoun, doctor en Biología, en los años 70, realizó varias investigaciones de ratones en espacios reducidos, para estudiar su comportamiento. Creó un paraíso en donde no les faltaba ni la comida ni el agua.
Pasado unos años, los ratones, empezaron a morderse unos a otros por el estrés de la falta de espacio. Al tiempo dejaron de luchar, limitándose a comer y dormir, y no se reprodujeron de nuevo.
Extrapolando esta investigación con la relación de pareja, se puede predecir que el espacio reducido afecta de forma dramática la armonía del vínculo afectivo. Elevando los niveles de agresión donde la convivencia se hace intolerable y produciéndose, en muchos casos, una ruptura.
Aunque el ser humano tenga cubiertas sus necesidades básicas, necesita la “libertad del espíritu”.
En la relación de pareja es donde se manifiestan las carencias afectivas con claridad, además se replican los patrones inadecuados aprendidos en la infancia.
Desgraciadamente la televisión o las novelas románticas muestran una concepción del amor que no es real. Dicho concepto no le permite a los individuos mantener los pies en tierra y establecer una relación que perdure en el tiempo.
Indicadores para mantener una relación saludable con los años
La pareja tiene que ayudar al otro a desarrollarse en plena libertad.
Los individuos que tienen una relación deben permitirse crecer juntos como persona, ya sea a través del estudio o trabajo.
Mantener el respeto por encima de todo
La psicología estratégica, amabilidad y muestras de cariño son de vital importancia. Respeto por el otro en cuanto a un ser tan legítimo como yo, con ideas, sentimientos, pensamientos distintos al mío.
Confianza
Es esa capacidad que da a la pareja familiaridad y cercanía, ya sea si está lejos o cerca, la confianza en quien puedo depositar mis penas y alegrías y sé que estarán a buen recaudo.
Buena comunicación
Son vitales los espacios para conversar sobre temas triviales y profundos. A medida que pasa el tiempo y la relación se hace más profunda, la pareja ya entiende solo con la mirada. Pueden pasar horas sin hablarse, eso no significa que están distanciados, sino que hay un entendimiento tácito entre ellos.
Ser un equipo
Una bicicleta no funciona con una sola rueda, necesita la otra para poder andar y ocurre lo mismo con la pareja. El otro es el complemento necesario, esto implica el apoyo constante de ambos. Si uno se encuentra débil, el otro lo apoya, entonces a eso se le llamaría funcionar como un equipo.
Tener proyectos en común
Una pareja necesita proyectarse al futuro, tanto en lo laboral, como personal y en la relación de pareja también, en distintos ámbitos, familia, hijos, casa, viajes, estilo de vida.
La sexualidad
La atracción física juega un papel fundamental al inicio de la relación; se idealiza el cuerpo del otro invistiendo del líbido. Dicha atracción por la idealización del otro dura unos 4 años más o menos, dando paso a un amor más maduro, en donde juega un rol importante el mundo interno del otro. Esta atracción es más profunda y permanente, proyectándose con el correr de los años,hasta el final.
¿Qué situaciones hacen que una relación de pareja no funcione?
La crítica
A nadie le gusta ser criticado, sobre todo si estas son reiteradas. Afectan el autoestima de la pareja, aumentando la rabia hacia la persona que critica.
Los celos
Tener una persona al lado que vive imaginando, en su fantasía, que el otro lo engaña, hace terrible la convivencia. El celoso, controla, vigila permanentemente, a pesar de que el otro no da motivos.
La infidelidad
Esta situación no solo daña la relación, sino que se pierde la confianza, provoca mucho dolor en el otro, quien se siente traicionado, se rompe el compromiso adquirido. A veces la infidelidad se perdona, cuando el que la cometió se arrepiente y la relación continúa, o por el contrario destruye la relación y la pareja se separa. En este punto es importante que haya un profundo arrepentimiento para volver a recuperar la confianza de la pareja.
El desprecio
Empezar a denigrar al otro, descalificarlo o desvalorizarlo, ya sea en soledad o frente a los demás, no solo destruye la dignidad de la otra persona, sino que provoca un profundo rechazo en el que lo sufre.
Toma de decisiones
Puede suceder que uno de los dos cambie en su ciclo vital. Decidió dar un giro en su vida, emergiendo un ser totalmente distinto a la persona que era al inicio de la relación. La pareja también crece y se desarrolla con el tiempo, quizás maduraron de forma diferente. Lo que antes gustaba ahora no, es decir los proyectos comunes se truncaron y ya no se reconocen mutuamente.
Sexualidad ausente
Si bien cambia con el tiempo, puede suceder que la frecuencia no es la misma, el cansancio, los niños, el trabajo, hacen que la sexualidad se pierda. Pero la pareja tiene que buscar la forma de no descuidar este aspecto que es importante en la relación de pareja. He visto parejas en que su comunicación verbal no era muy buena, pero tenían muy buena comunicación en lo sexual, por lo tanto, la sexualidad es un buen aglutinante en la relación de pareja.