Es de saber, que hablar sobre el tema de cáncer en el entorno familiar nos paraliza e incluso crea barreras. En ocasiones, los sentimientos de angustia y tristeza impiden brindarle la mejor atención al afectado. Sin embargo, existen herramientas útiles que pueden ayudar a un familiar a combatir el cáncer de mama.

Diagnóstico del cáncer de mama

El cáncer de mama ha recibido una dedicada atención en el área de la salud mental como una de muchas enfermedades crónicas. Particularmente ha tomado en consideración los factores psicológicos que se desajustan, y los patrones que se desencadenan en el proceso de afrontamiento de la misma.

Algunas estadísticas señalan que el diagnostico de cáncer de mama suele aparecer alrededor de los 40 y 50 años de edad. En consecuencia, las mujeres atraviesan los agravios de la enfermedad en medio de una etapa denominada crisis de la mitad de la vida. Por tanto, recibir la noticia en relación al diagnóstico puede afectar su autoestima y autoimagen.

Dentro de la imagen social de género, el pecho de una mujer es un elemento de feminidad. Asimismo la evolución la enfermedad puede sugerir múltiples cambios en el aspecto físico y estético; en última instancia la mastectomía. De esta manera se pueden albergar sentimientos de minusvalía e ideas infravaloradas de sí misma.

Las personas diagnosticadas con cáncer de mama deben realizar cambios en su rutina diaria, lo cual es difícil de manejar sin apoyo. El tratamiento y las vistas contantes al especialista alteran sus horarios, además de la incertidumbre de no saber si saldrá con éxito del cáncer.

Reacciones Emocionales ante la enfermedad:

Para saber cómo abordar el diagnostico de cáncer de mama es importante conocer los síntomas que aquejan a la persona. Cada etapa o estadio tiene diferentes reacciones emocionales y psicológicas que están íntimamente relacionadas con el tratamiento y el apoyo social.

Inicialmente los rasgos patológicos son más marcados cuando el diagnostico esta en revisión y aun es reservado. Los niveles de ansiedad son elevados y surgen inquietudes tales como: “¿cómo será esto?” “¿Y si no me curo?”. De igual manera estos pensamientos perduran después del diagnóstico, acompañado frecuentemente de depresión, falta de apetito e insomnio.

Posteriormente se atraviesa por una etapa de adaptación, donde las mujeres tienden a afrontar el cáncer de un modo  más negativo. Las mujeres pueden llegar a sentir vergüenza e insatisfacción personal. Sin embrago pueden llegar a controlar sus reacciones emocionales después de la primera fase.

Por otro lado, las mujeres con cáncer de mama alcanzan afrontar la enfermedad satisfactoriamente, manteniendo su bienestar psicológico. Incluso quienes reciben mayor apoyo psicológico y social consiguen disfrutar la vida sin diferir significativamente de las mujeres saludables. Sobre todo  cuando ha trascurrido el periodo de un año, existe una disminución en los índices de depresión y ansiedad.

¿De qué manera puedo ayudar a una mujer con cáncer de mama?

Ahora bien, existen herramientas prácticas que contribuyen en el acompañamiento de las pacientes diagnosticadas. Su objetivo es que los familiares aporten en la calidad de vida de la paciente, en vez de sumirse en la enfermedad como una tragedia. Es por ello, que para la psicología el apoyo social es un hito importante para cualquier caso oncológico. Claro está, no lo hace más “fácil”, pero si más llevadera la carga.

A continuación encontraras algunas herramientas

Contribuye en el tratamiento

Es común asociar el ámbito económico con la idea de contribuir con la medicación prescrita, sin embrago implican una idea más amplia. Organizar un horario para el autocuidado, acompañarle en las visitas al médico, y poner atención a sus recomendaciones son detalles que libran de carga emocional a la mujer.

Es común que las pruebas de diagnóstico, en especial la mamografía generen angustia por el posible resultado. Por tanto, es importante que con la ayuda del médico se orienten a tomar la mejor decisión. Existen múltiples opciones para tratar este tipo de cáncer; quimioterapia, radioterapia, extirpación y mastectomía. Dialoga para conocer sus expectativas y necesidades, de este modo puedes apoyar en las decisiones que tome.

Pregunta cómo puedes ayudar

Como consecuencia de la enfermedad la rutina diría cambia por completo. La dieta y la medicación implican nuevos hábitos que se deben adoptar. Es por ello que puedes  preguntar cómo puedes ser útil dentro de sus obligaciones. Incluso conversar acerca de la enfermedad o un tema de su preferencia.

En ocasiones la persona prefiere permanecer sola, sin embargo no significa que rechaza tu ayuda. Brindar un momento de soledad también es una manera vital de dejar espacio para reflexionar. Como resultado, este espacio será beneficioso para ambos, más aun para quien se convierte en el cuidador de la persona con cáncer.

Normaliza las emociones

Hablar sobre las emociones que le genera su estado actual favorece al estado de ánimo. Incluso puede ayudar a tener una percepción menos atípica de las emociones que experimenta, lo que es normal. Asimismo, el llanto puede empezar a considerarse un mecanismo de catarsis.

Es importante recordar que el individuo atraviesa un proceso de duelo debido los cambios que se han forjado. Por esta razón atraviesa por una serie de emociones, que van desde la ira a la tristeza.

Estas emociones pueden permanecer latentes o aflorar de manera inesperada. Por lo general, con el propósito de evitar herir los sentimientos ajenos. No obstante, es un momento adecuado para transmitir empatía y respeto ante el sufrimiento que atraviesa.

Evita subestimar su proceso

Como es de saber, los sentimientos que embargan a una persona con cáncer de mama generan insatisfacciones consigo misma. Por consiguiente al manifestar su disgusto y sufrimiento los familiares y allegados suelen subestimar las emociones y el proceso.

Por lo general la intención principal es menguar el malestar, y brindar una visión positiva de la realidad, sin embargo procura el resultado contario. En efecto, comentarios como “No, llores, tienes que ser fuerte” solo hacen surtir incomprendido al otro. Por el contario, atiende a sus necesidades y celebra sus pequeños logros.

Respeta la evolución del tratamiento

En actualidad existe una alta probabilidad de que las mujeres enfrenten con éxito del cáncer de mama. Sin embrago el proceso de curación implica tiempo. Incluso después de haber superado el cáncer volver a la normalidad es tardío.

Los cambios repercuten en la personalidad, pero también traen consigo conductas favorables. Es por ello que la nueva rutina puede dejar marcado hábitos de autocuidado que son útiles en un futuro. La dieta, la autoexploración y la perspectiva de una nueva oportunidad de vida son una de ellas.

Recibe abordaje Psicológico

Es fundamental incluir en el tratamiento para el abordaje del cáncer de mama la terapia psicológica. De algún modo, la psicoterapia expone que es saludable incluir en las etapas de la terapia a cuidadores y familiares. Esto con el propósito de impartir la psi coeducación necesaria para sobrellevar la enfermedad.

Aunado a esto, el cuidador (a) también suele atravesar por diversas emociones ocasionadas por el diagnóstico y el duelo. A causa de las múltiples complicaciones los niveles de estrés pueden llegar a ser exacerbados, convirtiéndose en índices que requieren atención clínica.

Por otro lado la Psicoterapia puede ayudar a trabajar la connotación social que haya adquirido la paciente y sus familiares acerca de la enfermedad. Por lo general es una perspectiva más severa.