Los índices asustan sobre el suicidio

¿Sabía que según la OMS cada 40 segundos una persona muere por suicidio en el mundo?, y cada tres segundos una persona hace un intento.

¿Sabes que el suicidio es la tercera causa de muerte de personas entre 15 y 35 años?

¿Sabías que son 10 intentos por cada acto consumado?

Son al menos 4 intentos, NO conocidos por cada 1 intento registrado

¿Sabía que las mujeres presentan más intentos de suicidio que los hombres?, aunque es más elevado el número de suicidios de personas del sexo masculino.

Los índices muestran que los hombres cometen más suicidio que las mujeres. Es decir, cada 4 suicidios de personas del sexo masculino por cada 1 del sexo femenino.

La complejidad del fenómeno

El comportamiento suicida es un fenómeno complejo, universal y continuo, existiendo varios niveles y clasificaciones, con varias formas de manifestación.

El acto suicida es un acto deliberado y realizado por el individuo con la finalidad de dar cabo a la propia vida, de forma consciente e intencional, aunque a menudo denuncia cierto grado de ambivalencia del sujeto, revelando que ha habido dudas por parte de él de ser esta es la mejor salida para solucionar sus problemas.

Para el acto, se utilizan objetos que la persona cree ser letales.

Este comportamiento presenta determinantes multifactoriales y es el resultado de una compleja interacción de factores psicológicos y biológicos; incluyendo genéticos, culturales y socio-ambientales, no pudiendo ser considerado de forma simplista o descontextualizada.

Todos estos aspectos son investigados y analizados por el psicólogo; que hacen su levantamiento, identificando la propuesta de intervención más apropiada para cada caso, de forma que se promueve la mejora del cuadro psicopatológico.

Los informes de la OMS apuntan que las personas que presentan comportamiento suicida presentan, por regla general; trastornos del humor (35,8%), trastornos relacionados con el uso de sustancias psicoactivas (22,4%), trastornos de personalidad (11,6%), esquizofrenia (10,6%) y trastorno de ansiedad, y somatoformes (6,1%), concluyendo que estas patologías se relacionan con los procesos involucrados en el comportamiento suicida.

Por reducir mucho los síntomas y crisis que llevan a episodios autolesivos. El tratamiento psicológico de las personas que experimentan esos trastornos y de sus familiares es fundamental en la prevención de comportamientos suicidas con ellos relacionados.

Lo que se debe hacer

Si tiene un diagnóstico médico de la presencia de alguno de estos trastornos, es importante que además de seguir el tratamiento que ese profesional le haya pasado, marque una consulta con un psicólogo, para cuidar, por medio de psicoterapia, de eventuales comportamientos destructivos que pueda estar presentando.