Para comprenderlo, lo definiremos como un estado de tensión que puede activarse a través se situaciones de ligera tensión, como situaciones imposibles de tolerar, estas últimas con respuestas más negativas.
Tabla de contenido
Reacción fisiológica del estrés
Intentare explicar de la manera más sencilla como en parte funciona nuestro cerebro al momento de verse expuesto a situaciones de riesgo o momentos de estrés.
Ya qué, existen un montón de funciones, y organizaciones en nuestro cerebro, pero hoy nos abocaremos, en lo que nuestro tema nos envuelve, el estrés, por lo que, es necesario comprender algunas funciones básicas para comprender lo posteriormente redactado.
Lo primero, es qué el Hipotálamo, es fundamental en nuestro cerebro, ya que, organiza. Especialmente en lo referido a la coordinación de las conductas primordiales, relacionadas con nuestras necesidades más básicas (alimentación y reproducción).
Entre muchas funciones más, controla las funciones del Sistema Nervioso Autónomo (SNA), quien, a su vez, tiene entre sus responsabilidades al Sistema Nervioso Simpático y Parasimpático.
Estrés y sus etapas
1.- Al aparecer o vernos envueltos en una situación estresante se activará la primera etapa, que se denomina “Alarma”, es así, como se estimula al hipotálamo quien envía la información al SNA y entra en funcionamiento el sistema nervioso simpático, quien nos permite activarnos ante el peligro, con una respuesta de lucha o en su defecto de huida ¿te ha pasado? Bueno, esta es la respuesta del porqué, reaccionamos de una forma especifica.
2.- Posteriormente, cuando la situación de riesgo desaparece, entramos en la segunda etapa “Adaptación o Resistencia” y adivina quién entra en funcionamiento, sí, el sistema Parasimpático, quien se encarga de relajar nuestro organismo, sin embargo, aún nos mantenemos en estado de alerta, pero con la intención de desviar la contingencia activando el sistema inmune, quien ataca los organismos y sustancias que ataca nuestro organismo.
Es importante destacar, que, de acuerdo con nuestros recursos, en esta etapa es más fácil contraer enfermedades.
3.- En una tercera etapa, entramos a la zona de “Agotamiento”, quizás la más riesgosa, pues en ella, existe una continuidad de la situación estresante y nuestro sistema nervioso parasimpático, no puede actuar para que nuestro organismo se recupere, se agotan nuestros recursos, apareciendo nuevos síntomas y pudiendo incluso ocasionar la muerte.
Qué es el estrés prolongado
En este estado, probablemente, reaccionaremos de manera explosiva ante cualquier situación menor, anulando la habilidad para procesar los síntomas físicos inducidos por el estrés.
Ya qué, este tipo de estrés ocasiona una semi-excitación o alarma, afectando al sistema inmune, visualizando síntomas como: agotamiento, cansancio, aumento o pérdida de peso, aumento del ritmo cardiaco, estrangulamiento de la voz, respiración irregular, jaquecas y migrañas, sudación excesiva etc.
A su vez, nuestra mente totalmente abatida por las experiencias vivenciadas, funciona bajo tres conceptos, el primero, EL IMPACTO, que son los estados emocionales que vivenciamos a modo respuesta al vernos involucrados en una situación estresante, acompañado de preguntas y cuestionamientos.
Aunque suena tedioso, es importante que continúes la lectura, ya que, en ella comprenderás el funcionamiento de un estado de tensión que en la actualidad esta tan presente en cada uno de nosotros y muchas veces lo normalizamos, viendo como nuestro cuerpo acarrea las consecuencias futuras.
Al impacto lo acompañan cuatro sub-categorias, las desglosare para una mejor compresión, ATENTO, ¡en ellas puedes encontrar un par de respuestas!
Subcategorias del estrés
- Sobrecogimiento: Respuesta de inmovilidad y agarrotamiento absoluto, puede durar segundos, acompañándose de la huida o puede prologarse mientras dura el evento percibiéndola como ajeno a la escena.
- Sobresalto: Actitud frenética e incontrolable de defensa o escape, posteriormente solo recordamos fragmentos del evento o tenemos nuestra conciencia clara, pero con sensación de descontrol de los propios impulsos y movimientos.
- Entubamiento de la Conciencia: Al estar fuera de la zona de peligro, aparece una sensación de extrañeza, cuadro semi-estupor con escasa respuesta de estímulos, embotamiento general, lentitud y pobreza de reacciones. Luego de salir del estado de Skock se abran vivencias afectivas.
- Alteración emocional: Reactivación de la memoria, existe una interrupción súbita de escenas pueden aparecer en sueños o en un estado consciente y esto puede desencadenar en un ataque de angustia.
En una segunda función, hablamos de una Resolución Intentada, ¿qué quiere decir esto?, que posiblemente al pasar un periodo de tiempo tenemos movilidad de recursos con una intención de afrontar y resolver existiendo una adaptación y se tiende a normalizar nuestro funcionamiento.
Por último, una tercera función, hablamos de una Adaptación Descompensada, que es todo intento por afrontar y resolver la situación, pero sin una respuesta exitosa, apareciendo síntomas afectivos, tales como: angustia, apatía, ansiedad, agresión etc. y físicos, tales como: Hipertensión, ulceras, gastritis, colitis etc.
Si bien es cierto, trate de explicar nuestra reacción fisiológica y mental por separado, debes comprender que todo es un proceso continuo, y que, al vernos expuestos en situaciones alarmantes, todos estos procesos se interconectan, y la manera de enfrentarlos dependerá de nuestros recursos, y el como nos hemos ido construyendo en nuestro proceso vital.
- Conduta Antisocial.
- Conducir de manera acelerada
- Comer rápido
- Perdida del interés sexual
- Baja productividad Laboral
- Respuestas cargadas que antes no estaban presentes.
- Mal manejo del tiempo
- Fumar o beber en demasía
- Sensación que los problemas aumentan
- Despreocupación de la persona