El coronavirus es una enfermedad que ha llegado a nuestro país para quedarse, al menos unos cuantos meses más.
Como es bien sabido, sus orígenes se remontan al pasado Diciembre de 2019, pero la gran interconexión de nuestra sociedad actual ha derivado en que llegue hasta nuestro país, en un lapso relativamente corto.
Es por este motivo que nos vemos obligados a ADAPTARNOS a esta situación que se nos presenta.
Esta Crisis puede afectarnos de muchas maneras diferentes: Física, emocional, económica, social y psicológica. Estamos enfrentando desafíos reales que nunca antes habíamos vivido. Y cuando enfrentamos una crisis de cualquier tipo, el miedo y la ansiedad es inevitable, son respuestas NORMALES y NATURALES a situaciones desafiantes infundidas de peligro e incertidumbre.
Es muy fácil perderse en preocupaciones y reflexionar sobre todo tipo de cosas que están FUERA DE NUESTRO CONTROL, por ejemplo: lo que podría suceder en el futuro.
Aunque es completamente natural que nos perdamos en tales preocupaciones, NO ES UTIL. De hecho cuanto más nos centremos en lo que NO ESTA bajo nuestro control, más desesperados o ansiosos nos sentiremos. Entonces lo más útil que cualquiera puede hacer en cualquier tipo de Crisis, es CONCENTRARSE EN LO QUE ESTA BAJO SU CONTROL.
No puedes controlar lo que sucederá en el futuro, ni como seguirá la pandemia, ni la economía mundial ni la del país, y tampoco puedes controlar mágicamente tus sentimientos eliminándolos.
Pero Si puedes controlar lo QUE HACES, aquí y ahora. Porque lo que tú haces AQUÍ Y AHORA, puede marcar la diferencia para ti y para toda tu familia, y una diferencia significativa para la comunidad que te rodea.
Esto implica el gran desafío de tratar con nuestro mundo INTERIOR, todos nuestros pensamientos y sentimientos difíciles, y nuestro mundo exterior, todos los problemas reales que enfrentamos. ¿Cómo hacemos esto?
Cuando estalla una gran tormenta, los barcos en el puerto tiran el ancla, porque si no lo hacen, serán arrastrados por el mar. Y por supuesto, dejar caer el ancla no hace que la tormenta se vaya, pero puede mantener el barco estable, hasta que la tormenta pase.
Del mismo modo, en una crisis en curso vamos a experimentar “tormentas emocionales”: pensamientos inútiles, muchas veces negativos anticipándonos al futuro, que lo único que hacen es activar sentimientos dolorosos girando alrededor de nuestro cuerpo. Y si nos arrastra la tormenta dentro de nosotros, no hay nada efectivo que podamos hacer. Entonces el primer paso práctico es ANCLAR.
Cuando tengas pensamientos negativos intrusivos, utiliza frases como “para que me voy a preocupar si todavía no paso, o no se sabe”, e intenta en ese momento en focalizarte en la tarea que estabas haciendo.
Stop thinking: Cuando detectes que tus pensamientos se vuelven irracionales y comiences, en consecuencia a sentirte mal, exclama mentalmente ¡Basta!, (“yo me suelo decir, ¡basta Sofía!”,) después de cortar la línea de pensamiento, intenta combatir la idea desajustada sustituyéndola por otra de carácter adaptativa
(Por ejemplo: “los médicos han dicho que siguiendo con las indicaciones como el lavado de manos, el uso del tapabocas y las demás indicaciones estaré protegida/o”)
Técnicas de Afrontamiento a las Emociones Negativas
Técnica de respiración Controlada: Controlar la respiración de forma consiente te ayudara a tomar el control sobre tus emociones. Inhala con lentitud y elevando el pecho mientras cuentas hasta 7, de manera muy lenta, sostén el aire hasta 5 y luego muy despacio como soplando una vela, exhala en 10 segundos. Observa tu cuerpo y conéctate con la relajación.
