Los adolescentes son nativos digitales, impulsivos por naturaleza e impulsados por el internet, pero también seres emocionalmente frágiles. Su nivel de madurez y conciencia es alcanzado dependiendo de las aptitudes que existan dentro del hogar.
En muchas ocasiones, se culpa la influencia de la televisión o a las redes sociales por el comportamiento de los jóvenes.
Sin embargo, no existe un manual que indique cómo debe ser la crianza de los hijos y es responsabilidad de los padres enseñarles los valores morales y éticos, que les permitirán superar cualquier situación.
Tabla de contenido
Amor, redes sociales y su lógica de consumo
La capacidad de vivir un amor pleno se desarrolla durante la adolescencia, pues, sentirse atraído por una persona es parte de crecer.
Entre los 12 y 18 años los jóvenes gozan de una “libertad”, al no tener algo que perder. Su falta de compromiso les permite experimentar el amor sin límites, pero la decepción de no poder encontrarlo, coloca al placer encima del sentimiento.
A partir de entonces, el joven no tendrá certeza alguna de lo que quiere.
Instagram, Facebook y las aplicaciones para encontrar el amor
Desde mucho antes de la pandemia, las redes sociales y el uso del internet se convirtieron en una parte de la vida de los adolescentes, pero también en generadores de estrés y detractores de su autoestima.
Cuando el amor se mezcla con las redes sociales y las aplicaciones para encontrar a la “media naranja”, el joven está expuesto a un sinfín de perfiles en donde, quizás, surjan los deseos de experimentar su sexualidad y, por qué no , “el poliamor”.
Consejos para los padres
1. ¡No opines, escucha!
Muchas veces se suele cuestionar la actitud de los jóvenes sin conocer la situación por la que atraviesan. Callar y saber escuchar es de sabios
Permite que el adolescente se exprese libremente, de esta manera entenderás lo que le acontece.
2. Muestra tu disponibilidad e interés
Intenta acercarte a tu hijo, pero sin que éste se sienta incómodo. Organízate y define un horario en donde puedan compartir alguna actividad. Es importante afianzar la comunicación y la confianza dentro de la familia.
3. Pregunta sin obligar a responder
Una vez que tu hijo esté dispuesto a contarte la situación que le genera ansiedad, es importante darle rienda suelta para que se exprese sin obligación a tener que responder todas tus preguntas. ¡Recuerda escuchar!
Conclusión:
Con educación y valores en claro, el adolescente estará listo para asumir de la mejor manera cualquier reto que se le presente.
Debes tomar en cuenta que tu hijo o hija tomará decisiones sin consultarte antes, por lo que se destaca la importancia de saber encontrar las diferencias entre “el bien y el mal”.
Debido a la rutina, los padres interactúan menos con los hijos, el tiempo pasa y luego la situación se torna irreversible. Generar vínculos de confianza permitirá prever situaciones de tensión y crisis dentro del hogar.