La ansiedad es uno de los temas de gran discusión en la sociedad actual debido a su mayor incidencia. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, Chile es el país con la tasa más alta de personas con trastornos de ansiedad en Sur América. En este escenario, los factores socio económicos (pobreza y desempleo), altas jornadas de trabajos, y los factores ambientales (estilo de vida en las grandes ciudades) pesan en este escenario.

Pero después de todo, ¿qué es la ansiedad?

Para el sentido común, puede describirse como la espera de que algo suceda, una situación en la que el individuo experimenta una gran angustia e impaciencia anticipadas, marcadas por sensaciones corporales.

Para la psicología, sin embargo, la ansiedad es un sentimiento común y extremadamente común en todos los humanos, útil para la supervivencia y protección del individuo. Pero cuando se siente con alta frecuencia e intensidad, deja de ser un factor protector y daña al individuo y su calidad de vida.

La ansiedad se define como un estado emocional desagradable que produce molestias y muchas quejas en la oficina.

Por lo tanto, la ansiedad está relacionada con el signo de amenaza real o imaginaria. También es una emoción relacionada con el comportamiento de evaluar los riesgos en el medio ambiente.

Se evoca en situaciones donde existe un peligro potencial y las sensaciones son generadas por la imprevisibilidad. Podemos mencionar algunas características de ansiedad, como insomnio, taquicardia, nerviosismo, falta de concentración, agitación, tensión muscular, entre otras.

Normal versus patológico

La ansiedad es un sentimiento común en los humanos, un sentimiento normal e incluso necesario para nuestra evolución. Pero puede volverse dañino cuando se manifiesta en situaciones inapropiadas intensificadas y desproporcionadas, causando situaciones sociales, afectivas y en diversos contextos de la vida.

El diagnóstico y el tratamiento incluyen una evaluación psiquiátrica y psicológica. La psicoterapia y los medicamentos pueden ayudar a generar confianza y mejorar la capacidad de interactuar con los demás.

Cuando la ansiedad daña la vida y la vida social del individuo, decimos que se ha vuelto patológico. Por lo tanto, surgen trastornos de ansiedad, que requieren monitoreo psiquiátrico y psicológico.

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