La Narcolepsia es una enfermedad neurológica que afecta seriamente la calidad de vida de las personas. Es un trastorno del sueño, caracterizado por la somnolencia diurna excesiva, afectando el control del sueño o la vigilia. Los ataques de sueño pueden ocurrir en cualquier momento del día y en cualquier lugar, incluso cuando la persona realiza actividades rutinarias.
En ese caso, la persona no consigue mantenerse alerta y despierta después de largos períodos, aun estando descansada. La persona simplemente no puede sostenerse y desfallece.
Por ello, existen grandes riesgos para la integridad física, como lesiones y accidentes que pueden incluso ser fatales. Principalmente si se está conduciendo o realizando cualquier otra actividad que requiera atención.
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¿Cómo surge la Narcolepsia?
Tratándose de una condición neurológica, según expertos, existe la probabilidad de que la Narcolepsia involucre múltiples factores que interactúan para causar tales disfunciones y disturbios del sueño REM (rapid eyes movement).
La causa más probable es que hay una disminución de la hipocretina, sustancia producida en el Hipotálamo y que es responsable del sueño, la vigilia y el apetito. Afecta a 1 de cada 2.000 personas de ambos sexos. Los síntomas normalmente surgen en los hombres durante la adolescencia y adultéz joven, y en las mujeres hasta después de la menopausia.
Preste atención a los 5 síntomas de la enfermedad
Los síntomas más comunes de la Narcolepsia son:
1. Somnolencia diurna
Los ataques de sueño son simplemente irreversibles, volviendo a la persona incapaz de realizar alguna actividad, pues disminuye su nivel de atención y la capacidad de mantenerse alerta.
2. Catalepsia
No está presente en todos los casos, pero sí en la mayoría de ellos. Son episodios súbitos de debilidad muscular donde la persona pierde toda la capacidad de mantenerse en pie. El habla también puede verse afectado. Tales episodios pueden ser desencadenados por contenidos emocionales: alegría, risa, susto.
3. Parálisis del sueño
Incapacidad total de mover los miembros como la cabeza o la capacidad de hablar, mientras duerme o despierta.
4. Alucinaciones
Experiencias delirantes, principalmente visuales. Ocurren en la transición vigilia-sueño o sueño-vigilia. Si duerme y despierta muy rápido, puede mezclar su sueño con la realidad.
5. Sueño nocturno fragmentado
La persona se despierta y se mueve mucho durante la noche, perdiendo el sueño con facilidad. Asimismo, a pesar de dormir el sueño no es reparador.
¿Qué profesionales pueden realizar el diagnóstico?
La persona que está presentando estos síntomas debe buscar a un profesional para que le realice el diagnóstico correctamente. Como es necesario una evaluación clínica con exámenes de laboratorio, los profesionales más adecuados serían el neurólogo, el médico del sueño o el psiquiatra.
Para un diagnóstico preciso es importante contar con el historial de vida, médico y familiar; además del examen físico y el resultado de las pruebas realizadas.
¿Cuáles son las posibles complicaciones por no realizarse el diagnóstico o no comprometerse con el tratamiento?
La Narcolepsia no afecta la inteligencia, pero tiene un impacto negativo en la capacidad de concentración, memoria y atención. Tales perjuicios de las funciones físicas y emocionales interfieren en las condiciones de trabajo, convivencia familiar y social. Es muy común que los neurolépticos sufran depresión debido a estos síntomas.
También pueden ocurrir casos de obesidad. Por ello, como mecanismo de defensa utilizan la reclusión y la evasión de la convivencia social, de esta forma no se sienten atacados o etiquetados como “perezosos” y “flojos”.
Información, concientización y tratamiento
La información es el mejor camino para la comprensión de la Narcolepsia. La concientización y el apoyo de la familia son esenciales. Los grupos de apoyo también son bienvenidos, así como la psicoterapia.
La mejor forma de prevenir los padecimientos es comprometerse con el tratamiento para aliviar los síntomas y evitar que la enfermedad se agrave.
El tratamiento consiste en tomar la medicación correcta, una alimentación adecuada, actividades físicas regulares y algunas adaptaciones en la rutina para que se tenga un sueño nocturno adecuado y reparador.
De esta forma la persona tendrá una calidad de vida mucho mejor, logrando retomar sus actividades con más seguridad.
