“Es adulto, pero por qué no madura” 

Esta pregunta es muy frecuente en la sociedad. Por lo general se cuestiona el porqué del comportamiento de la persona que supera la mayoría de edad, cuando se considera inadecuada, indiferentemente de su sexo. 

Se juzgan sus acciones, inclinaciones sexuales y decisiones, pero dónde se originó la cuestión. 

Conversamos con una experta en psicología y encontramos que a muchos padres les cuesta aceptar que sus hijos ya no son unos bebés. La misma naturaleza humana establece que el ser humano debe desarrollarse luego de nacer. 

Muchas de las decisiones de los progenitores sobre los infantes afectan directamente varias cuestiones a futuro y, que si no se atienden a tiempo, sus hijos dejarán de tener vida propia y no podrán desarrollar todos sus sentidos.

¿Algo de esto te parece familiar? ¡Continúa leyendo para saber más! 

En un mundo regido bajo las normas de la vieja escuela

Según Sandra Alkoloumbri, psicoanalista y psicóloga experta en conflictos de tipo familiar, todas y todos nacemos con un género y una identidad. La niña “debería” ser femenina, delicada. Ella debe desarrollar sus habilidades domésticas y mantenerse como un prototipo ideal para convertirse en madre algún día.

Por su parte, el niño “debería” ser masculino y no mostrar sus sentimientos, para no parecer “débil”. Debe gritar en la cancha, enamorarse de las mujeres y actuar como todo un “macho”. 

Pero, ¿qué ocurre cuando un niño actúa como una niña o viceversa? ¿Cómo deberían reaccionar los padres ante los tabúes de la sociedad?

Una mirada del comportamiento desde el psicoanálisis

Alkoloumbri destaca el pensamiento de Froid, quien describe “el tabú” como algo que corresponde a la psiquis humana y se conoce como un Trastorno obsesivo-compulsivo, donde destacan las prohibiciones, y sobre todo las de contacto. 

En el ensayo “Tótem y tabú” del padre del psicoanálisis, explica que existen dos deseos prohibidos de la raza humana, el cual viene desde el orígen de los tiempos: el asesinato y el incesto. 

Pero lo que muchos no saben, es que la teoría freudiana desvela que detrás de cada prohibición se encuentra un deseo oculto. 

• El hijo esconde una ilusión con las muñecas de la niña, esto no sería una expresión de la feminidad sino una identificación con la madre. 
• El deseo femenino se perfila con “la envidia del pene” y sus ansias de tenerlo. 

No obstante, Karen Horney respondió a las teorías de Freud con la Teoría de la “envidia del útero”, asegurando que los hombres desean poder gestar a un hijo y drenan su odio a través del trabajo duro. 

La sexualidad no solamente se trata de sexo 

Todos somos seres sexuales. La sexualidad es un comportamiento completamente natural, donde no solamente radica el apetito sexual, sino también el género; se encuentran nuestros valores, comportamientos y el amor. 

El sexo queda afectado cuando alguien no puede crecer. No hay avance en la escuela, no se pueden desarrollar amistades, existen miedos insuperables y no se pueden desarrollar otras cuestiones. 

Para madurar, una persona debe atravesar por diversas situaciones en donde debe perder para ganar. El infante nace y es alimentado por la “teta” de la mamá, luego de esto, la deja por el biberón; usa pañal, lo deja y aprende a tener control; y así sucesivamente. 

Todo se teje desde el inconsciente y comienza desde el hogar

Existen madres que le inculcan a sus consanguíneos el rechazo a la masculinidad y la furia a lo viril; padres que rechazan la feminidad y adultos que no pueden hacerse cargo de sus hijos. 

Dentro del hogar, puede existir el concepto de endogamia, una regla que estipula una categoría en la cual una persona puede emparejarse. 

Por su parte, la exogamia determina con quién no podemos emparejarnos. Muchas veces no se tiene claridad de dicho concepto, a pesar de que parezca obvio. 

De estar claro en su totalidad no ocurría el incesto, algo que sucede de manera generacional y se mantiene hasta la actualidad.

¿A dónde nos conduce la falta de información? 

Lamentablemente, las personas que no pueden hacerse cargo de sus hijos atraviesan un camino sin retorno en la relación con sus consanguíneos. 

El joven podría crecer desorientado y con falta de información de la vida. Los acontecimientos ocurridos durante de la infancia, sin lugar a dudas afectarán las actitudes futuras de la persona, y su comportamiento. 

La inmadurez emocional aparece cuando no se quemaron etapas importantes y entonces la persona crece con miedo a desarrollarse, le teme al compromiso, no tiene tolerancia a la frustración y suele enfadarse sin motivo. 

Los 4 prohibidos para los padres 

1- Prohibido dormir con los hijos 

2- No usar la misma habitación o cama: los chicos deben de tener su propio espacio desde siempre. 

3- No cambiarse de ropa delante de los hijos y no exhibirse en ropa interior.

4- No bañarse con los hijos. 

Conclusión:

El desarrollo de la sexualidad es una parte integral de la maduración de cualquier persona.  El rol de los padres resulta vital durante la infancia de un niño, es importante mantener la comunicación y hablar de sexualidad si la situación lo requiere. 

Existen diversas variables de la conducta de los jóvenes que podrían ser normalizadas por los padres. No obstante, no todos los progenitores suelen normalizar la actitud de sus hijos, lo cual se convierte en un grave error, y es cuando la ayuda psicológica es la indicada para enfrentar esas angustias sobre lo que ocurrirá en el futuro.