Incertidumbre, temor, angustia, soledad, estrés, confusión, enojo, aburrimiento, frustración, tristeza. Un sinfín de emociones y sentimientos que han surgido en esta Pandemia del coronavirus.
Nadie estaba preparado, fue algo que nos llegó del exterior y se transformó en un virus altamente contagioso y letal para mucha gente.
Esta situación inédita en nuestro país, nos tomó de sorpresa, confinándonos a nuestras
casas, implicando pérdidas laborales, cesantía, disminución de ingresos económicos, incertidumbre sobre las provisiones, pago de servicios, etc.
De pronto se encontraron familias en sus casas, con niños sin ir al colegio, trabajando en línea desde el hogar, padres e hijos.
Muchas familias se han visto enfrentadas a conflictos intrafamiliares, es decir, se tuvieron que acomodar a una nueva forma de vivir, convivir 24 horas al día, los 7 días de la semana, no es fácil, genera conflictos, si además, no se cuenta con espacios suficientes para todos.
Esta cuarentena prolongada e incierta respecto al término de la misma, ha provocado una cantidad de dificultades y trastornos psicológicos, que lleva a la necesidad urgente de solicitar atención psicológica.
Afortunadamente cada vez hay menos tabú respecto a consultar por problemas psicológicos, es mas, los psicólogos tenemos muy claro el beneficio que significa una psicoterapia para una persona que no puede lidiar con sus problemas, que necesita de un “otro”, que lo escuche, contenga y apoye.
Un profesional preparado para ayudarlo en este tiempo de crisis, que no va a juzgar, sino empatizar con las dificultades por las que esta atravesando.
Por lo demás, también sabemos que las personas sanas son las que consultan, porque tienen la capacidad de darse cuenta que algo no esta funcionando bien en su vida, que los trastornos por los que esta atravesando no los puede resolver solo.
Por eso, invito a los que necesitan ayuda a que no tengan miedo, que se atrevan a consultar, porque las personas tienen derecho a sentirse plenas y felices.