¿Qué hacer con eso que nos complica… y aparece nuevamente a complicarnos una vez más?
¿Qué hacer con lo que parece no dejar de repetirse en nuestras experiencias de vida y termina
por mantenernos sufriendo?
Muchas personas llegan a consultar por malestares que describen de una forma similar a la
siguiente: “¿por qué siempre termino sufriendo en un mismo tipo de pega?”, “¿por qué me pasa
que siempre soy el que da más en mis relaciones íntimas?”, o “¿Por qué siempre me afecta tanto
cuando alguien señala esto de mí?”.
De hecho, suele suceder que las consultas iniciales se generan en situaciones donde la persona está sufriendo, momentos en que la persona se encuentra en crisis por el encuentro con esta repetición, que termina por opacar su vitalidad.
Qué sencillo, pero qué insatisfactorio para una persona que consulta, podría ser el recibir una
única respuesta ante la complejidad de los padecimientos que pueda estar viviendo.
Hay algo que traen estas preguntas que se hace fundamental sostener, afirmar como un soporte
para generar procesos que inviten a una respuesta personal del problema, para cada uno. Algo de
estas preguntas invita a la invención respecto de cómo afrontar el propio sufrimiento. Es decir, a
cómo sobrellevar los malestares que nos aquejan, cómo tener una posición más flexible y tener
mejores herramientas para enfrentarlo.
Sin duda que la psicología, y la psicoterapia como disciplina, han desarrollado variados conceptos
teóricos para afrontar la dificultad de estas preguntas. Se piensa muchas veces en tipos de
personalidad, en formas generalizadas de vivir la relación con los demás que se repiten como
patrones, en estructuras psíquicas que conllevan cierta manera de sufrir, etc.
Estas son conceptualizaciones que seguramente ayudan a describir y explicar este fenómeno.
Pero bueno, ante la multiplicidad de preguntas: una respuesta para cada caso.
En vez de plantearles este articulo como una respuesta desde la academia a la problemática, quise
invitarlos al ejercicio de sostener la pregunta respecto de cómo hacer con el propio malestar.
Invitarlos a la posibilidad de generar una posición distinta respecto de lo que insiste en no
funcionar, sostener una pregunta respecto del cómo manejarse con lo que al volver a crujir
puede llegar a dejarnos desorientados, ansiosos, tristes, frustrados, enojados; entre muchas
otras formas en que el padecer se expresa.
El poeta y filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana y Borrás dice: “Aquellos que no
pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”. Esta frase, actualmente, da la
bienvenida a los visitantes que llegan a ver el memorial de uno de los campos de concentración y
exterminio nazi en Auschwitz-Polonia.
Esta idea, que vincula el recuerdo con la repetición, no es nada nuevo en la historia humana. La
noción de que el recuerdo tiene relación con las formas de repetición nos lleva a la siguiente
propuesta: mediante la reflexión hacia los actos que nos han constituido en un pasado, se puede
generar un nuevo posicionamiento a los hechos del presente. Esto apunta a una reelaboración en
la relación que como personas establecemos con la propia forma de padecer.
Freud, ya en el año 1914, en su texto “Recordar, repetir y reelaborar” señala como lo fundamental
para el trabajo terapéutico con los padecimientos que provienen de la repetición, iría en la línea
de buscar maneras de reelaborar en la actualidad lo que no ha sido elaborado mediante el
recuerdo.
Quizá por esta razón, muchas veces en terapia se trata de acompañar recuerdos de los
pacientes, revisando el efecto que estos parecen tener en la actualidad. Así, y para terminar, dejo abierta la invitación a buscar psicoterapia, y a buscar en esta un espacio orientado por el trabajo de las problemáticas mencionadas. Es decir, un espacio que proponga una construcción para cada consultante, en que se vaya elaborando un quehacer distinto respecto del padecer que lo convoca. Es decir, buscar una reelaboración respecto de lo que se nos impone como dolor psíquico en la repetición.
Referencias:
Freud, S. (1914). Recordar, repetir y reelaborar. Obras completas, 12, 145-157.
Lacan, J. (1972). Seminario 20: Aun. Buenos Aires: Ed.