Hasta el comienzo de los años 2000, el éxito en el trabajo significaba dedicarse de 12 o 14 horas por día en el empleo y tener un númeo de relaciones interpersonales casi nulo. Cuánto más un ejecutivo parecía estresado y sin tiempo para su familia, mayor era la impresión de que se trataba de alguién importante y talentoso. La vida personal y profesional estaban frecuentemente mezcladas, sin distinas fronteras, y esa realidad era vista con naturalidad o, por lo menos, sin grandes cuestionamientos.
Aunque este escenario todavía sea muy común, innumerables organizaciones comienzan a percibir que la productividad de un individuo está íntimamente ligada a su calidad de vida. Y es que equilibrar su vida personal y profesional es un desafío enorme, agravado por la omnipresencia de tecnologías que nos tornan conectados y “disponibles” 24 horas por día, 7 días por semana.
¿Cómo hacer entonces para buscar el equilibrio entre la vida personal y la vida profesional? Vamos a abordar algunas estrategias prácticas que le ayudarán a lidiar mejor con esa situación!
Tabla de contenido
Tenga consciencia y parta a la acción
Quien enfrenta un dilema como ese, necesita entender que todo proceso de cambio debe partir de la propia persona. Ella misma debe reconocer que hay algo incorrecto para que así, ella pueda buscar alternativas que preserven sus relaciones personales, favorezca la convivencia con su familia y permita oportunidades de placer y descanso, de entre otras necesidades básicas para una existencia saludable y productiva.
Defina sus prioridades
¿Qué quiere usted de la vida, de verdad? Todas las decisiones importantes dependen de este descubrimiento. ¿Más tiempo para sus hijos?, ¿La oportunidad de concentrarse y finalmente comenzar a escribir aquel libro?, ¿Viajar y quedar “invisible” por cuatro semanas?. Cuando usted sepa cuáles son las metas que lo harán más feliz, finalmente tendrá claridad para trazar sus planos.
Reserve un tiempo de su día para estar off-line y cuidar de sus relaciones
Puede parecer, pero el mundo no va a terminar si usted apaga su Smartphone por algunas horas. No sabotee sus relaciones con la disculpa de que la empresa lo va a castigar. Busque dedicarse física y mentalmente a los momentos en que esté en la presencia de amigos y familiares, o usted parecerá cada vez más autómata.
Muévase
¿Cuál fue la última vez que usted practicó algún deporte? La actividad física es un antídoto natural contra el estrés. Si usted no puede evitar los problemas y necesita pensar en alternativas de acción para aplicar las en las demandas de trabajo, al menos haga eso mientras completa una caminata de 50 minutos.
Tenga disciplina
La desorganización puede ser más tóxica que un jefe incompetente u opresor. Cuando usted planea sus actividades, el tiempo parece multiplicarse. Por otro lado, cuando no hay lógica en la distribución de tareas y todo es hecho de manera aleatoria, ni las 24 horas del día serán suficientes para cumplir con los compromisos asumidos. Establezca un método de acción y pare de poner la culpa en el reloj todo el tiempo.
Reconozca sus límites, busque ayuda y mejore su vida personal y profesional
¿Qué tal contar con el apoyo de un psicólogo para encontrar buenas soluciones? La orientación correcta lo podrá fortalecer, permitiendo que usted esté apto para superar momentos de mayor dificultad emocional y pueda tener mejores relaciones para entonces, tomar decisiones más acertadas.
