Sororidad surge del latín: sororitas y significa hermana; es alianza entre hermanas, hermandad.

Son mujeres que luchan por la valorización del espacio femenino en la sociedad contemporánea y convergen con el movimiento feminista. Usan pactos que siguen lemas como; “una por todas y todas por una”,”movió con una, movió con todas”,”no hacer juicios previos sobre mujeres” y “el cuerpo es mío, mis reglas”.

Se planteó la necesidad de que las mujeres se ocuparan de las dificultades que implican; el racismo, la discriminación, el feminicidio, la xenofobia y la homofobia. En el caso de las mujeres; las mujeres necesitaban autorización del marido para viajar, sufrieron violencia obstétrica, acoso sexual, y mucho más.

Cómo se organizan

Ellas se organizan de diversas formas para ganar visibilidad y aumentar las conexiones con partidarias y simpatizantes; y aumentar así el sentimiento de pertenencia a esa causa.

Los grupos de autoayuda, comunidades, hacen movimientos presenciales y en línea; crean proyectos para mujeres emprendedoras, para lectores, para la elaboración de leyes que garanticen derechos. Y al identificarse, van formando redes con intercambio de información; y pasan a ayudarse mutuamente en la divulgación de sus grupos y eventos.

El foco de la sororidad es la ayuda entre mujeres, a fin de alcanzar su empoderamiento a través de testimonios, frases de apoyo, discursos incentivadores para resiliencia y actitudes de superación. Dando importancia a la valorización de su cuerpo, la toma de sus decisiones y elecciones. Incentivan la idea de que se atrevieron a cambiar el mundo a una forma mejor, siendo una potencia.

En el caso de que se trate de una mujer que no esté sola, y que ambas deben ayudarse sin tener actitudes competidoras, buscan transmitir confort, cuidado, gentileza, fraternidad, solidaridad y complicidad. Deben ser menos duras unas con otras, sanando desentendimientos y errores para buscar fortalecer los vínculos feminismos.

El movimiento prioriza causar impacto social positivo para las próximas generaciones. Quieren compensar fallas ocasionadas por las generaciones pasadas, que influenciaron para la represión de lo femenino; e informar a las adolescentes sobre cosas como: autocuidado, autonomía, autovaloración, derechos, deberes y libertad.

Beneficiadoras mutuas

La sororidad puede ser óptima para fortalecer la autoestima de mujeres que tienen personalidades con rasgos de dependencia y / o de sumisión al sexo masculino, que se someten a la voluntad del otro ya las relaciones abusivas, que son portadoras de contenidos reprimidos, que presentan dificultades por han sido abusadas sexualmente, que tienen baja volición, etc.

Ellas desempeñan un papel fundamental en la acogida y prevención de la violencia psicológica y la violencia física, incluida la violación. Pasan informaciones para concientización de que eso todavía ocurre con frecuencia y orientan sobre los cuidados para evitar, autodefensa, e incluso sobre lo ocurrido.

Y claro, la sororidad viene incentivando la mirada hacia lo femenino con garantía de derechos y deberes semejantes al masculino. Discursan sobre la importancia del empoderamiento femenino, y sobre la posibilidad de mostrar que las mujeres unidas pueden cambiar muchas cosas para mejor.

Cuidados con los extremos

La sororidad debe cuidar para mantener la igualdad de género y no excluir el otro sexo, el masculino. Desafortunadamente algunas formas de manifestación ostensivas son radicales en generalizar a todos los hombres como malos y equivocados. Esta concepción puede conducir a la trampa del feminismo, o sea, algunas actitudes extremas perjudican la imagen positiva de esa hermandad.

La reproducción de apego en la historicidad es fomentada por algunas a través de demostración de odio al pasado. Esto debe ser reflejado y comprendido racionalmente. Necesitamos conocer el pasado, ya partir de ahí hacer lo mejor, pero no quedar reproduciendo discursos de odio que retomen y revivan esa fase, para evitar la reproducción en las próximas generaciones.