¿Es posible reparar una relación de pareja cuando ha sufrido una infidelidad? La respuesta es sí, pero midiendo rigurosamente los siguientes aspectos.
Hablar del amor y relaciones de pareja siempre es un tema difícil, y es que en las relaciones afectivas surgen conflictos tan diversos, que suelen ser bastante complejos de resolver, y por ello, en la terapia de pareja es importante trabajar desde las individualidades, examinando en qué parte del camino todo se empezó a fracturar.
En consulta he escuchado opiniones desde dos extremos opuestos, “Yo no perdonaría nunca una infidelidad” o “En las parejas siempre existe la infidelidad, eso es normal en esta época”.
¿Qué tan acertadas son estas opiniones?
Lo primero que se debe entender es que la infidelidad es una herida afectiva profunda, que empieza por destruir la confianza y el respeto, y desde ahí, todo lo demás. Desde una analogía simple, la infidelidad es una herida de bala, es decir, es una herida de gravedad y, sin embargo, no se interviene como debería. Muchas parejas tratan esta herida afectiva como una herida menor y solo le colocan un curita o una venda.
¿Se imaginan? ¡Poner una simple venda en una herida de bala! Suena descabellado, pero eso es exactamente lo que pretenden hacer con la situación, pasar de largo y enterrar el dolor. Y no, emocionalmente esto es mucho más complejo.
Para gestionar adecuadamente una infidelidad y reestablecer el vínculo afectivo existen tres aspectos fundamentales.
1.Reconocer la falta
2.Pedir perdón con sinceridad
3.Reparar el daño
Quien ha cometido la falta debe entender que no es una herida cualquiera, incluso pudo haber afectado la autoestima de su pareja, así que, es imprescindible que se reconozca la falta. Esto requiere de responsabilidad emocional; asumirlo ayuda a establecer empatía con el sentimiento del otro, lo cual va a favorecer la reconstrucción de la relación.
Posterior a ese reconocimiento, es muy importante expresar el sentimiento real de arrepentimiento, no se puede pretender que la otra persona brinde su perdón sin que le expresen con sinceridad el dolor por haber fallado.
Y finalmente se debe reparar el daño, la mayoría de casos que llegan a consulta no han logrado este importante aspecto. Es necesario comprender que, cuando reconozco que causé un daño, y me arrepiento, también debo buscar la forma más adecuada de reparar el daño con acciones concretas.
¿Es posible reparar una relación de pareja cuando ha sufrido una infidelidad?
La respuesta es sí, pero midiendo rigurosamente los siguientes aspectos.
1. No es posible arreglarlo medianamente. En este caso se debe pensar en el “todo o nada”.
2. Examinar la capacidad e intención de cambio de quien causó la herida.
3. Examinar la capacidad de perdonar de quien fue herido.
Si no se cumplen los aspectos anteriores, surgen dos situaciones lamentables pero muy comunes:
La primera, la pareja decide continuar su relación, pero cada vez que hay una situación de conflicto, quien fue herido, decide sacar una “antigua factura” recordándole siempre al otro que falló.
Y la segunda, la pareja que decide continuar, pero quien falló, continúa siendo infiel una y otra vez.
En ambos casos la relación de pareja cae en un estado de círculo repetitivo, sin perdón, arrepentimiento, ni reparación, y, por ende, la herida seguirá abierta.
Si has vivido una herida de esta magnitud y sientes que aún sigue abierta, te invito a consultar con un profesional quien te brindará las herramientas necesarias para tener un proceso adecuado.
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