Si tu trabajo ha comenzado a aburrirte, puede ser una señal de que algo más está ocurriendo. Es momento entonces de hacerse la pregunta a si mismo ¿Qué es lo que me aburre realmente de mi trabajo?
Porque no es lo mismo si ha comenzado a desmotivarte la rutina, las tareas del día a día, los interminables deberes, las pocas oportunidades de crecimiento o la relación con tus compañeros, el trato con los clientes y la interacción con tus superiores.
Por tanto, si quieres recobrar esa motivación que tenías al inicio, es fundamental entender el origen de esta insatisfacción laboral. Y cuando comprendamos aquello podremos comenzar a efectuar cambios que nos permitan recobrar las ganas de trabajar.
Para ello entonces, debemos empezar a realizarnos algunas preguntas que nos ayudara a reflexionar sobre nuestra relación actual con el trabajo. Te ayudaré con algunas de ellas.
Tabla de contenido
¿Qué tanto estoy cuidando mis hábitos?
A veces la desmotivación para realizar una tarea a diario puede estar relacionada con un descuido en otros ámbitos de nuestra vida, por eso es importante que miremos nuestra rutina y nos preguntemos
¿Estamos durmiendo bien? ¿Comemos alimentos saludables que nos proporcionan la energía que necesitamos? ¿Dedicamos tiempo a realizar actividades que nos gusten o nos permitan un momento de desconexión?
Si descuidamos estos hábitos del día a día, podemos desencadenar dificultades como despertar con la sensación de no haber descansado, sentirse agotado gran parte del día, implicando que las tareas a realizar se sientan pesadas y tediosas.
¿Cómo me estoy relacionando con mis compañeros?
Debemos mirar nuestras relaciones interpersonales dentro del espacio de trabajo, donde si bien, no se trata de ser amigos de todos nuestros compañeros, si es importante mantener una relación cordial y de respeto.
A veces el convivir con personas con las que mantenemos una relación poco sana, producen un desgaste emocional, generando una relación negativa con el trabajo. Así mismo, el trato que recibimos de otras personas puede influir en la manera en como nos sentimos.
Por tanto, desde allí es fundamental reflexionar respecto a cómo nos hace sentir este espacio en relación con la interacción que tengo con las personas de dicho entorno.
¿Este trabajo nos permite desarrollarnos profesionalmente?
Debemos pensar sobre si el trabajo que tenemos actualmente nos da la oportunidad de crecimiento que deseamos, permitiendo enfrentarnos a nuevos retos y aprendizajes. Si es así, nuestro interés se mantiene activo, al igual que nuestra motivación por cumplir con cada una de las tareas para alcanzar un objetivo en concreto.
Si, por el contrario, el trabajo se vuelve monótono, cumpliendo con las mismas actividades una y otra vez, es probable que la repetición fomente la desmotivación y la insatisfacción laboral al no tener un objetivo nuevo para alcanzar. Y sin importar lo que hagamos, siempre terminamos con el mismo resultado.
Por tanto, sea cual sea la razón por la que tu trabajo te desmotiva, es importante que la comprendas, que reflexiones respecto a ello, que escuches lo que tus emociones están tratando de decirte, y desde allí empezar a hacer los cambios. No olvidando que la salud física y emocional es fundamental para sentirnos a gusto en cualquier espacio laboral.
Si quieres apoyo durante este proceso, te recomiendo conversar con un especialista para que puedas comprender más fácilmente tus motivaciones y deseos. Te invito a agendar una sesión de psicoterapia en línea, cuando quieras, directamente en psyalive.com