Algunas personas tal vez todavía no sepan exactamente lo que es la depresión.
Por eso terminan confundiendo -o simplemente creyendo- que la enfermedad se igual a otros aspectos de la mente humana como la tristeza, desánimo y mal humor.
Pero la realidad es que la depresión puede acometer incluso a los niños. Además, tiene puntos esenciales que la distinguen y la hacen un asunto importante de ser abordado, aún más por el hecho de cargar el título del mal del siglo XXI.
¿Está en duda también? Entonces continúe leyendo el post de hoy para conocer mejor los principales tópicos que involucran el funcionamiento de ese trastorno.
Tabla de contenido
¿Qué es la depresión?
La depresión es un trastorno afectivo que se caracteriza por una tristeza intensa y de larga duración. Se estima que aproximadamente 350 millones de personas se ven afectadas por diferentes tipos de depresión en todo el mundo.
Altamente prevalente acomete cerca del 3% al 5% de la población general, del 5% al 10% en la población clínica de pacientes ambulatorio y de 9 a 16% de pacientes internados.
Cuando pasamos por momentos difíciles en nuestras vidas, es común sentir tristeza, desánimo o mal humor. Sin embargo, después de unos días estos sentimientos son contorsionados y conseguimos seguir con la vida adelante. Con depresión esto no sucede.
El individuo pasa más de dos semanas seguidas en sufrimiento, caminando hacia un estado de profundo vacío y comportamientos destructivos.
Como resultado, el día a día de una persona con depresión se ve comprometido, ya que la enfermedad pasa a interferir en su capacidad de trabajar, estudiar, comer, dormir y realizar otras actividades comunes de lo cotidiano.
Esto es porque los signos y síntomas de la depresión incluyen cambios en el sueño, el habla, las capacidades de pensamiento, memoria, razonamiento lógico, en la organización emocional y en muchas otras.
Si usted quiere saber más sobre el tema continúe leyendo este texto que le traemos más información detallada a continuación.
¿Cuáles son las causas?
Hay casos en que la depresión puede ocurrir debido a factores genéticos, pero todavía hay otras causas orgánicas y psicológicas para que el problema se manifieste.
Lo más adecuado es hablar de factores de riesgo para la depresión. Esto significa que no siempre una persona que pase por ciertas situaciones tendrá necesariamente depresión.
Los siguientes indicativos pueden colaborar para el diagnóstico de depresión:
- Experiencias estresantes (físicas o emocionales)
- Trauma o abuso en la primera infancia
- Abuso de alcohol o drogas
- Problemas de salud o dolores crónicos
- Deficiencia de neurotransmisores
- Cambios en la estructura del cerebro
- Enfermedades cerebrales
- Trastornos del sueño
- Familiares (padre, madre y hermanos) con enfermedad mental.
Si usted reconoce algunos de estos indicativos en su vida tendrá una mayor probabilidad de sufrir de depresión. No indica que NECESARIAMENTE usted tendrá depresión.
El diagnóstico no siempre es fácil de realizar. Por lo tanto, en caso de duda acerca de su condición es siempre importante buscar un profesional especializado para ser evaluado y orientado de la mejor manera posible.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión?
La depresión puede colocar al individuo en una serie de síntomas nada agradables y que se vivirá prácticamente todos los días.
Si fueran sólo desagradables, sería menos mal, pero los síntomas entorpecer en el establecimiento de relaciones saludables y en realizar adecuadamente las tareas del día a día.
Los principales de ellos se encuentran resumidos a continuación.
- Culpabilidad
- Falta de esperanza ante la vida
- Pensamientos malos
- Sentimiento de inutilidad
- Pérdida de interés en actividades que antes eran agradables
- Sensibilidad para el dolor
- Pérdida de la capacidad de sentir alegría o placer
- Malestar persistente
- Aumento o reducción del apetito
- Problemas digestivos
- Cambios en el peso
- Rabia, inquietud e irritabilidad
- Fatiga constante
- Desasosiego
- Autocrítica exagerada
- Agitación
- Comportamientos imprudentes o destructivos
- Sentimiento de desesperación
- Dificultades en concentrarse
- Alteraciones del sueño (tanto exceso como falta).
¿Demasiados? Éstos pueden variar de acuerdo con cada persona y cada contexto social en que esta persona está viviendo.
Con un síntoma aislado no se puede diagnosticar la depresión. Por el contrario, es importante tener en cuenta otras características de la persona, como duración de los síntomas, recurrencia de ellos, aspectos de la salud, relación social (ambiente), histórico de vida y familiar.
A pesar de tratar de simplificar para usted que está buscando ayuda para lo que está sintiendo, la tarea no es tan simple y, necesito que entienda eso.
Puede que esté pasando por un momento de su vida que sea más crítico y que genere algunos de estos síntomas. Si es así, es probable que al resolver la situación específica sienta una mejora natural en lo que estaba sintiendo.
Si su caso es diferente y usted no siente que los síntomas se van por su cuenta y cada día es más difícil de resolver problemas simples, sepa que puede ser un momento importante para que usted busque ayuda especializada.
¿Cómo es el tratamiento?
Es preciso un tratamiento psicológico y farmacológico en algunos casos. Esta combinación resulta con mayor eficacia.
Ir al psiquiatra es importante, ya que el profesional puede indicar o tratar con medicamentos, los que pueden ser más eficaces para su caso.
En caso de sentir que la medicación no está siendo favorable, es necesario acudir nuevamente a un profesional para que los ajustes sean hechos.
Actualmente existen más de 30 opciones de antidepresivos disponibles, los cuales no incapacitan al siendo que las sustancias utilizadas no suelen incapacitar al paciente ni causar vicio o euforia.
Por un lado, algunas personas tienen cierto temor en hacer uso de medicamentos de ese género, con miedo de tener dependencia, mientras que por otro creen que el medicamento es necesario y que la sanará. Ambas ideas están equivocadas y voy a explicar la razón.
Primero vale la pena resaltar que el tratamiento debe ser seguido cuidadosamente de acuerdo con la indicación del profesional para que tenga el efecto esperado.
Ahora solo imagine, usted tiene varios de los síntomas que ya apuntamos arriba y siente un efecto bola de nieve, siendo cada vez más difícil de resolver la situación.
Recurre al psiquiatra y comienza un tratamiento medicamentoso.
Este tratamiento hará un efecto en su organismo que le traerá sensaciones de mejora, pero no resolver su problema completamente.
La Psicología viene aquí para ayudarle en ese proceso, identificando lo que la causa, cuáles son sus reacciones frente a determinado problema y desarrollará un proceso de gestión de emociones y comportamientos más profundo.
Realizando los dos acompañamientos, al final del uso de la medicación usted podrá experimentar una mejora efectiva a largo plazo.
Buscar por un asesoramiento también puede ser esencial para la recuperación de las habilidades en el manejo de los problemas y aumentar la aceptación de la propia realidad.
El acompañamiento con un psicólogo debe ser realizado con el mismo rigor que el tratamiento medicamentoso; ya que es responsabilidad de la persona quien inicio el tratamiento poder salir adelante.
Esto significa que el Psicólogo estará allí para guiarte en un camino de mayor bienestar, en el que la persona encontrará buenas formas de resolución para sus problemas y /o conflictos diarios.
El tratamiento no es fácil, pero, si se realiza de manera adecuada, le ayudará en los momentos presentes y futuros. Genera salud mental, calidad de vida y bienestar.
Si usted está tan inmerso en sus síntomas, puede creer que lo que escribí ahora es prácticamente imposible, pero estoy aquí para decirle: ¡No es! Puesto que estás dispuesto a cambiar, experimentar y vivir.
¿Cómo una persona con depresión puede ayudarse?
El síntoma de la depresión trae indicio de que la persona intenta estar más alejada de relaciones, menos activa y con conflictos internos que la llevan a no querer hacer nada.
A pesar de ser difícil, la persona que comprende lo que está pasando puede buscar ayuda especializada y buscar realizar actividades que traigan bienestar.
Algunos comportamientos adoptados por la persona con depresión pueden ayudar en la mejora del cuadro. La práctica de actividades físicas, por ejemplo, libera endorfina y regula los niveles de serotonina y dopamina en el organismo; dos neurotransmisores ligados al funcionamiento de la mente. Ayuda al organismo a recuperarse internamente trayendo la sensación de bienestar, contribuyendo para que el día a día sea un poco más leve.
Cuidar de su alimentación ingiriendo de manera equilibrada; principalmente en lo que se refiere a vegetales, omega 3, semillas, comida fermentada, va a auxiliar en el funcionamiento adecuado del intestino, el cual es responsable de la producción del 95% de la serotonina de nuestro cuerpo.
La Serotonina es una hormona que regula el humor, el sueño, el apetito, el ritmo cardíaco, la temperatura corporal, la sensibilidad y las funciones cognitivas.
Cuando esta hormona se encuentra en concentraciones menores, la persona puede experimentar dificultades para dormir, ansiedad, depresión o mal humor.
Las investigaciones han demostrado que la alimentación puede ayudar en la prevención de la depresión e incluso como una forma de tratamiento. Es decir, la alimentación adecuada ayudará en el autocuidado a nivel psicológico.
Además, para eludir la falta de motivación, la persona puede montar una agenda para listar sus actividades. Aceptar invitaciones y participar en eventos sociales también ayuda a apartar pensamientos negativos; de la misma manera que dedicarse a una actividad agradable también puede ser parte de la solución.
Es siempre muy positivo intentar no dejarse llevar por lo automático pues la tendencia es; mantener el comportamiento disfuncional que ya está ocurriendo; favoreciendo el efecto “bola de nieve” (un día más difícil que el otro con cada vez más síntomas).
Probablemente, la voluntad será no dar un paso adelante para la mejora y sentirse cada vez más atado a todos los síntomas (como se ha descrito anteriormente) pero trate de encontrar caminos diferentes de los que hace normalmente y tal vez usted puede sorprenderse.
Encontrar diferentes maneras de realizar las actividades del día a día pueden ayudarte y cambiar tu mirada de tu día a día. Esto puede ayudarte a encarar esas situaciones de una manera diferente y, quizá, positiva.
¡Ah! ¡Es fácil hablar, difícil es pasar por todo eso!
Por supuesto que quien está viviendo con depresión siente que nunca va a pasar; que no tiene fuerzas para superar y, que tal vez, crea que ésta es una condición fija en su vida, que nada puede ser hecho.
Yo quería mucho que usted supiera que entiendo lo que está pasando.
Desafortunadamente son muchas personas que sufren de depresión en los días de hoy. No es necesario creer que son débiles que necesitan ayuda; tal vez usted necesita ayuda para salir de la situación en que se encuentra.
No espere, no deje pasar tiempo, pueden pasar años que podrían ser aprovechados de manera mucho más ligera.
Hay muchas maneras de buscar ayuda, buscar y pedir ayuda. Usted puede encontrar un camino mejor para caminar.
Para concluir el asunto vale recordar que, si usted convive con algún depresivo; es importante respetar lo que él siente y siempre motivarlo a proseguir con el tratamiento.
Otra actitud bastante significativa es llevar energía positiva para esa persona, procurando hacerla sonreír y sentirse bien.
Ahora que usted sabe mejor lo que es la depresión; puede que haya percibido que alguien cercano a usted parece estar enfrentando la enfermedad. ¿Quiere ayudar, pero no sabe qué hacer al respecto?
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