¿Cómo enseñar confianza a los niñ@s?
Para responder a la pregunta que convoca este escrito, es preciso conocer algunos elementos sobre autismo. La última versión del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales se conoce como DSM – 5 por su nomenclatura en inglés.
Se reduce el autismo y otros diagnósticos emparentados, como por ejemplo el Asperger, en una gran categoría conocida como trastorno del espectro autista (TEA). El trastorno del espectro autista o TEA se ve vinculado a una dificultad en la interacción social y en la comunicación con otros, debido a una falta de integración entre el lenguaje verbal y no verbal, junto con una incapacidad de mantener un contacto visual.
Otros elementos identificados en este tipo de trastorno son la híper o hiporeactividad a estímulos sensitivos y la restricción y repetición de comportamientos. Existen distintos niveles de gravedad vinculados al TEA, sin embargo, el tratamiento in situ es clave, ya que pueden existir mejoras significativas en niños y niñas, considerando el trabajo que se realiza gradualmente con la familia, siendo la psicoeducación un elemento fundamental.
Es muy necesario que la familia adquiera conocimientos concretos sobre el TEA y pueda ponerlos en práctica. Si su familia no se adapta a las necesidades de quien recibe este diagnóstico, la situación puede empeorar y desarrollar comorbilidades asociadas, como puede ser la aparición de un cuadro depresivo. La psicoeducación permite que la familia se interiorice en las rutinas que realiza su hijo o hija, siendo todos partícipes de esta (o ayudando a evitar que se desorganice o desordene la misma rutina).
Además, es importante conocer sobre sus intereses, incluso si estos son extremadamente reducidos, porque de esta forma el niño o niña siente confianza cuando comparte algo importante para sí que el otro valora o quiere conocer genuinamente más. El interés en lo que a él/ella le gusta, es una muestra de que es reconocido/a y su autoestima va mejorando gradualmente de esta manera, ya que de esta manera es posible integrarlo/a como un miembro más y compartir verbalmente algo significativo para él o ella.
Que niños y niñas con TEA puedan participar de actividades en casa también es relevante. Cualquier elemento que salga de la rutina (puede ser que la cama quede con una arruga u otro detalle), es un factor potencialmente detonante para alguien con TEA de una frustración explosiva, ante lo que podría ser considerado un error.
Que niños y niñas con TEA realicen actividades cotidianas en casa, permite ayudar a su autoestima y autovalencia, convirtiéndolos en niños/as capaces y no en personas inhabilitadas.
En resumen, se puede entender que es relevante:
- Atender psicológicamente la situación a tiempo.
- Psico educar a la familia (el profesional psicológico es quien debe realizar este paso informativo a la familia sobre el trastorno y la adaptación correspondiente que deben realizar).
- Integrarse a los intereses y rutinas de su hijo/a.
- Integrar a labores cotidianas a los niños/as con TEA.
- Optar por un trato habilitante y no inhabilitarte o que manifieste discapacidad en el otro.