La autoflagelación es un tema controversial del que no mucho se habla, también considerado, según la Universidad Autónoma de Nayarit – México como el comportamiento intencional de herirse a sí mismo, con el fin de cambiar el estado de ánimo, adormeciendo las emociones y el sentir, esto se puede categorizar en un fenómeno de despersonalización al no poder expresarse verbalmente, y ¿por qué ocurre esto?, ¿que pasa por la mente?, ¿que se siente?, quédate para saber más de este tema de la mano de los mejores.
¿Qué son las autolesiones?
La autoflagelación se entiende como lesiones que una persona provoca deliberadamente así misma, sin intenciones de acabar con su vida. Auto – infligir dolor físico puede iniciar por un impulso como respuesta a un dolor emocional profundo derivado de varios factores. En los adolescentes y jóvenes puede ser por bullying, expectativas de los padres o de sí mismos y diversos factores emocionales propios de la edad como las rupturas amorosas, entre otros.
Algunas conductas autolesivas pueden presentarse por emociones abrumadoras e intensas que conllevan a lesiones significativas, que en casos específicos la persona realiza de manera inconsciente para mitigar el dolor, para luego darse cuenta de que se está haciendo daño. El tipo de herida y método es variado, siendo los más habituales: cortes en la piel, quemaduras, golpes, arrancarse el pelo, punciones, arañazos y pellizcos.
Nuestro propósito es ver un lado no negativo de esta práctica, mostrando el por qué se dan estas autolesiones, el por qué algunas personas incurren en actos de autoflagelación, cómo prevenirlas y hacerlas más llevaderas con conductas más adaptativas.
¿Por qué las autolesiones se convierten en algo recurrente y placentero?
En adolescentes es común querer formar parte de algún grupo o imitar conductas vistas en internet: “reto viral de la ballena azul”. Esto con intención de encajar con sus propios pares y en ocasiones llamar la atención de sus padres, comunicando así que no están en un óptimo estado psicológico.
Sin embargo, esta práctica también se puede presentar en adultos con excepciones a lo anterior, en un caso que llegó a consulta, la paciente expresaba que no escondía sus heridas. Y lo que para otros podría ser vergonzoso, para esta adolescente era toda una alegría, la única manera de expresión emocional que tenía era cortándose los brazos para que su madre le prestara atención; una manipulación desde el punto de vista de la sociedad, pero para ella era la única forma de que una madre tan ocupada se fijara en ella, la cuidara y la amara.
Al aliviar la presión del dolor emocional y los pensamientos obsesivos que conlleva esto, recurrir a la práctica de la autoflagelación se convierte en una conducta adictiva, ya que alivia inmediatamente los síntomas asociados a esta, generando una respuesta satisfactoria inmediata desviando la atención de los pensamientos repetitivos.
La parte NO negativa de las autolesiones
Lo importante es comprender que no son conductas irreparables, y que tienen formas de corregirse y modificarse por algunas similares que no causen daño físico en la persona: por ejemplo, Toma una almohada, apriétala, golpéala, insúltala, grita en ella como medio de canalización de la angustia o dolor emocional. Otra técnica que funciona es la del rotulador/marcador en donde vas a imitar la lesión rayando tu piel. Estas sirven como estrategia de distracción del impulso autodestructivo.
Las autolesiones no son un simple llamado de atención, es una realidad que viven muchas personas, donde la sociedad está tan ocupada tratando de sobrevivir que muchos jóvenes recurren al dolor físico como un medio de expresión emocional para satisfacer sus necesidades afectivas; necesitamos poner más atención en nuestra salud emocional, mental y generar espacios de acompañamiento que nos ayuden en estas situaciones.
Si sufres de autolesiones, o conoces a alguien cercano que necesite ayuda. No dudes en contactarnos. Tenemos distintos enfoques de psicoterapia, y nos centramos en variadas técnicas para encontrar soluciones ante este tipo de temáticas que puedan estar interfiriendo en el desarrollo pleno de cada uno de nosotros.
Escrito por: Mateo García, Andrea González y María José Olivares.
